La madera dura, que corresponde a los bosques de frondosas o latifoliadas, tiene una mayor complejidad que la madera blanda, de las coníferas.
Está constituida por un mayor número de tipos de células adecuadas para cumplir diversas funciones fisiológicas específicas.
Así, los vasos leñosos son los responsables de la conducción de la savia bruta, las fibras lo son de la resistencia mecánica de la madera y las células del parénquima acumulan las sustancias de reserva. Por otra parte, los radios leñosos son multiseriados -es decir, están formados por varias filas de células-, en algunos casos los radios son fácilmente visibles a simple vista y pueden presentarse en disposición estratificada.