Anatomía
de la madera
La madera está compuesta de células, que forman tejidos con diferentes funciones, a estos tejidos se les llama: floema y xilema.
El xilema o leño es el conjunto de vasos conductores, tráqueas y traqueidas, constituidos por células muertas, por los que circula la savia bruta desde las raíces hasta las hojas y tallos verdes. El agua y las sales minerales que absorben las raíces forman la savia bruta.
Las células leñosas pueden ser longitudinales o horizontales: las primeras se encuentran en el mismo sentido longitudinal del árbol, y las segundas en el sentido transversal.
El floema o líber es el conjunto de vasos conductores, tráqueas, constituidos por células vivas, por los que circula la savia elaborada desde las hojas y los tallos verdes hasta los órganos consumidores, tales como son los frutos o las flores.
La savia elaborada es la materia orgánica, la glucosa, que obtiene la planta cuando convierte la savia bruta con la ayuda de la luz y el CO2. A este proceso se le llama fotosíntesis.
El floema se encuentra en la parte más externa de la madera. Las células no se pueden ver a simple vista, ya que tienen un tamaño que oscila entre 25 y 50 micras. Están limitadas por una pared celular, formada por una serie de capas con características propias y constituidas por celulosa y lignina, principalmente, que le dan más consistencia.
La corteza es la zona externa, rugosa e impermeable del árbol, y está dividida en externa e interna.
La corteza externa se llama corcho, y es un tejido muerto. Su función es proteger el tronco.
La corteza interna es el floema o líber, y su función es producir nueva corteza, que el tronco necesita cada vez que cada aumenta su diámetro. La corteza del primer año de vida del árbol, no podría rodear el mismo árbol después de diez años.
Bajo la corteza -y formando una capa completa alrededor de todas las ramas y el tronco-, existe una delgada capa de tejido que se conoce con el nombre de cámbium. Este tejido por su lado exterior origina el líber (o corteza interior), y por el lado interior da origen los anillos de crecimiento.
Anillos
de crecimiento
Los anillos de crecimiento son anillos concéntricos, de varios colores y se encuentran en posición alternada. Cada uno de estos anillos corresponden al crecimiento del árbol durante un año. Son diferentes en las coníferas y en las latifoliadas.
En las coníferas cada anillo está formado por dos bandas de diferente color: una clara, correspondiente a la madera formada al comienzo del periodo de crecimiento; y una más oscura, generalmente más delgada que la anterior, que corresponde a la parte final de su crecimiento.
En las latifoliadas los anillos se distinguen por la presencia de bandas concéntricas formadas por orificios de reducido tamaño, pero visibles a simple vista y que corresponden a la madera formada al principio de su desarrollo; seguidamente encontramos otra parte, generalmente con pocos orificios y de menor diámetro que los anteriores, y que corresponde a la parte final de su crecimiento.
La actividad del cámbium se inicia en primavera, perdura todo el verano, sufre una pausa durante el otoño y el invierno, y vuelve a reanudar a la primavera siguiente.
Células
leñosas
Dentro de la madera, propiamente dicha, las células leñosas presentan tres funciones:
Esta capa se encuentra en la parte externa de la madera, tiene una coloración clara y está formada por células vivas, a las que les llegan nutrientes del floema a través de los radios leñosos, que se originan desde la periferia y a partir del cambium, y atraviesan horizontalmente el leño.
Según cada especie, edad y condición de desarrollo del árbol, puede tener un grosor que va desde unos 12 mm hasta unos 75 mm.
Dentro de la albura encontramos el duramen, que está formado por células muertas.
Normalmente contiene más humedad y dura más que la albura, ya que se le han ido impregnando aceites, resinas, gomas y otras sustancias que le proporcionan dureza y una coloración oscura.
Todas estas sustancias, aceites y resinas son el resultado de transformaciones químicas de las células que mueren en la albura.
La proporción de la albura y el duramen, así como su diferenciación, varía mucho entre las diferentes especies de madera.
La médula es la parte central del tronco.
Otros
elementos
Todavía hay dos elementos más que se encuentran dentro del leño y también son importantes:
Canal resiníferas
Las células epiteliales de este conducto se encargan de segregar resina.
Esta es la responsable de que la madera tenga un olor característico y que a veces sea astillosa al trabajarla.
Este canal sólo es visible en las coníferas.
Parénquima
Es un tejido formado por células que tienen una pared celular delgada.
Su función es almacenar sustancias de reserva.